La Felicidad: opción de vida ante el conflicto
El 20 de Marzo se celebra a nivel internacional la felicidad. Esa sensación continua de bienestar y plenitud que en ocasiones nos embarga. Al respecto de ella se dice que es un estado de ánimo, estado de la mente o filosofía de vida. El punto es que todos añoramos ser felices.
Amamos las historias con finales felices, las canciones románticas con mensajes positivos y los momentos agradables junto a seres queridos; empero se han preguntado ¿dónde nace esta emoción? Según los expertos de la conducta es solo eso, una conducta conformada por una serie de patrones y creencias forjando así la personalidad.
Es bien sabido que varias organizaciones desde hace más de dos décadas se han preocupado por contar con personal feliz y motivado imitando la fórmula de Disney: empleados felices, empleados productivos = clientes satisfechos. Sin embargo, ¿dónde nace el estudio de la felicidad?
Con el afán de desdibujar la cerca bajo la cual fue enarbolada la psicología gracias a los aportes de Freud desde el psicoanálisis y Pavlov bajo la premisa del conductismo, Maslow propuso el toque conciliador con una visión humanista orientada a la persona como el eje de cualquier teoría, fusionando así las enseñanzas románticas de aristóteles y los resultados de estudios presentados por figuras como Skinner, Goldestein o Mayo.
En esta misma línea, años después Seligman junto a otros representantes de la talla Lyubomirsky, Pink, Csikszentmihalyi, Marks, Ben Sahar, Barret entre otros, decidieron expandir la cerca que ceñía a la patología como objeto exclusivo de la psicología para abarcar otros aspectos ligados al bienestar, la calidad de vida, salud mental, etc. En resumen, apostar por la persona saludable que tiene metas y aspiraciones personales y desea concretarlas.
Para conectar publicaciones anteriores con la presente hablemos un poco de historia. Es oportuno señalar que el contexto bajo el cual se formuló esta nueva corriente, fue el resultado de dos guerras mundiales previas y un sin número de guerras civiles y luchas sociales. Es decir, surge como una reconsideración del planteamiento inicial gestado en días bélicos, bajo un ambiente de tensión, depresiones económicas y pugnas que obedecían a intereses personales. (Para leer las publicaciones de linkedin de click aquí.)
Recordemos que la primera guerra mundial se dio en consecuencia de una riña entre primos hermanos y la segunda se justificó por “amor a la patria”. En ambos escenarios hemos sido testigos de que la motivación ha sido la causa del conflicto. La oposición de deseos desembocó en violencia. Algo que aún sucede en nuestros días.
Por otro lado, se dice que la felicidad es una opción, creería que ahí nace la invitación de esta nueva perspectiva, la reconsiderar modelos mentales previamente establecidos producto de aprendizaje y evolución. Sin embargo, aunque reconocemos que somos una civilización asentada en teorías científicas para darle sentido a nuestras vidas, también lo es la evolución y el proceso de adaptación que conlleva.
En cuanto a la felicidad, hoy en día se realizan encuestas anuales en las que países europeos como Dinamarca y/o Finlandia se ubican en los primeros lugares. En cuanto a nosotros, pues cabría preguntarnos ¿cuándo y por qué tenemos momentos de felicidad? Estoy seguro que a lo largo de su vida el lector habrá tenido la oportunidad de observar a infinidad de personas compartir esos momentos a los que hago referencia. Es más, gracias a la ciencia sabemos cuales son las hormonas de la felicidad y sabemos cómo regularlas.
Pero no todo queda en teoría, en lo personal quiero compartir con ustedes que he aplicado esta filosofía a los usuarios a quienes brindo mis servicios y sus resultados son 100% garantizados. Te permite trabajar con las personas bajo un enfoque de responsabilidad y respeto compartidos. Te invita a ser tolerante y resignificar creencias en provecho de los demás.
Su alcance va más allá de ofrecer una percepción optimista sobre la vida, sino más bien estamos hablando de una reprogramación completa. Dicho en otras palabras, te permite reinventarte. Algo que puede parecer irónico, pero también real. Por cierto, si desean conocer los pasos para incrementar la felicidad por favor den click aquí.
Entonces, mi querida comunidad creo que la solución frente a la realidad social en la cual estamos inmersos es aplicar esta teoría en diferentes realidades organizacionales con talleres, mesas de diálogo y diferentes estrategias para hacerla viral y convertirnos en agentes de cambios de la felicidad. Para ello les dejo estas preguntas: ¿Para mí qué es la felicidad?, ¿cuánto tiempo en el día soy feliz?, ¿durante cuánto tiempo fui feliz ayer?, ¿qué tipo de emoción experimento cuando no estoy felíz?, ¿cuál es mi primer pensamiento al despertar?, ¿que tipo de pensamientos genero durante el día?, ¿por qué no soy feliz, qué me hace falta?,¿se puede ayudar a alguien más a ser feliz, cómo?.
Eso es todo por hoy. Gracias infinitas por leerme, muchas gracias por sus mensajes y llamadas, me motivan a seguir y dar lo mejor de mi. Recuerden si desean implementar una filosofía de vida orientada al bienestar y la salud mental, la felicidad laboral y el desempeño o a su vez, impartir talleres para fomentar el desarrollo de habilidades blandas o el espíritu de equipo en su personal, solo deben escribirme al inbox.
Un abrazo
Christian